Ayer te conté un cuento.
Te tomé entre mis manos y susurré con calma:
"todo estará bien, él y yo estamos aquí".
No sé si en algún punto te tranquilizaste,
No sé si lograste dormir,
No sé si estabas tranquilo,
No sé como funciona esto.
Pero sé que te dormiste.
Sé que me quieres mucho,
Que tu amor por mí es inmenso.
Y que fue una noche larga para un solo cuento.
Todo estará bien, él y yo estamos aquí.
Aunque él es tintineante como una estrella,
Su luz te protegerá toda la vida.
A pesar del camuflaje en la ropa diaria,
Sólo quiero que estés seguro.
No desconfíes,
De los tres, dos tenemos miedo.
Pero, tranquilo, puedes crecer con calma.
Las tardes que el cielo llora, te cubriremos de la tormenta.
Y si el mar se alza, no perdonaremos al agua si te cae encima.
Así es.
Por y para siempre.
Ayer te conté un cuento,
No era ni media noche,
A pesar de ello,
Los dos nos quedamos dormidos.
¿Y él?
Se quedó ahí, velando nuestro sueño.
Rompiendo su cabeza por encontrar tu fotografía.
Tengo una colgando de mi cuello, pero él no sabe nada.
Por favor no se lo digas;
Sólo abrázalo mientras duerme,
cuéntale tú un cuento.
Sostén con tu luz su alma.
Dale alegría con tu existencia.
Quítale el miedo con tu espada.
Y aunque anoche solo fuimos tu y yo,
Algún día seremos tres,
Oirás dos voces en un solo cuento,
Y tú, con sueño profundo y tranquilo.
El miedo es temporal,
Pronto sabrán quien eres.
Y si hoy te cuento un cuento, nuevamente te sostendrán mis manos, sin titubear sabrás;
Él y yo estamos aquí y tú vas a crecer con calma.